indi-gestión; indi-ferencia

En nada se parece predicar a estar con el mazo dando; En nada (parece ser) se parece la exigencia de una distinta gestión con lo que -parece ser- la acción de "pasar a la acción" en el propio ser de la gestión.

Parecer estar ser, y trabalenguas aparte, estamos ante lo que se sugiere como el lado "indi" de la política, junto a llamados "nuevos actores del sentir popular" (como si los demás no fuésemos parte del mismo ámbito "popular" -no confundir con el partido del mismo nombre-, ni formásemos parte del pueblo y hubiésemos aterrizado por generación espontánea), en un escenario bien parecido al previo de hace cuatro años, ante el que no se ha previsto red en la que caer desde la altura de la osadía que demostrará -más pronto que tarde- que palabrejas como "gestionar", "lo mejor para todos", "histórico", "ilusionante" o "gobernar", significan bastante más de lo que parecen cuando las hacemos sonar desde un megáfono; Que cuestiones como "regenerar", "nueva política", "ética", "ejemplaridad", "sin mochila", "honestidad virginal" etc., no se suspenden mucho tiempo en el aire si se sólo se sueltan en plan eufemístico, por mucho que queramos repetirlas en teles, radios o periódicos.

Incido en lo de escenario porque bien se me justifica ahí la ilustración (gráfica) de lo que ocurre. En el teatro el escenario es siempre el mismo aunque cierto es que pueda soportar escenografías distintas. El patio de butacas es el mismo de siempre, aunque sí pueda estar ocupado por mayor o menor número de personas. La taquilla también es la misma, (a veces hasta el taquillero), aunque puedan diferir los precios para según qué tipos de espectáculos.

Pues ahora igual. En nuestro teatro de la "rex publica", (de momento municipal y ya veremos a qué niveles en las diputaciones), acaba de abrirse el telón con los nuevos actores que van a estrenarse en ciertas nuevas coreografías escenográficas (de momento con más "postureo" que otra cosa), ante mucho más público del que había pasado por taquilla y a un precio que, ya veremos lo que al final nos importa.

No sabemos si va de musical, comedia, ópera, película, circo, farsa, variedades, recital, thriller, zarzuela, drama o cabaret ni cuán tragicómica será la "opus". Los nuevos actores ya no son tan buenos, (los divos, para serlo, nunca pueden ser humanos mortales comunes). Y de nuevos nada, (alguno es bien conocido por veterano curtido), ni tan vírgenes ni tan vanguardistas. Su guión, "premiado" en las urnas hace días, hasta empieza ya a retocarse (según y cómo) antes del estreno. Y hasta la escenografía del primer acto ya nos suena "revenida" y esperada.

Gestionar no es quejarse. Ni "y tú más" ni "tú también lo solicitaste". No es escudarse en la herencia cutre que te haya dejado el lobby derribado. Gobernar no es re-modular tu discurso ideológico ni diluirlo entre eufemísticos y clásicos "bueno sí, pero claro..."; Eso se queda más para el denostado espectro "casta", ¿o no?

Lo "indi", rompedor y diferente, es paralelo a cooperativo, eficiente y ecológico (nunca tóxico) entre múltiples iniciativas que se atraen orientándose a un todo de máxima utilidad. No es sectario, excluyente ni soberbio. No "desleiga". Se sustenta en la rentabilidad de todas las necesarias sinergias coincidentes en capacidad, esfuerzo, coordinación y sacrificio, cubiertas de discreción y silencio, y ajenas al contra producente ruido mediático pre-venta de spots, cuñas y anuncios por palabras o esquelas.

La oposición, la crítica, la queja, la acusación son lo fácil, lo básico, lo primitivo (que no primigenio) en comparación a funcionar, resolver y avanzar. Abrir el telón ofreciendo excusas tipo "a lo mejor no se puede hacer todo lo que queríamos", pues hombre, ¡habérnoslo dicho antes!, que me da a mí que el arrepentimiento popular empieza a ser cuasi tangible, para llevar en cartel sólo una semanita, y eso puede anunciar que oiremos los primeros "pataleos y abucheos" antes incluso de que finalice el ensayo general.

Eso sí, semanita mediática de minutitos de gloria. Pero ¿de gloria en qué? ¿en desayunar? ¿en desatornillar placas? ¿en andar en bici? ¿en cambiar cuadros?

¡Hala, hala! ¡A dar trigo!