Allá por 1993 participé en mi primera
experiencia en lo que hoy conocemos como "crowdfunding", aunque no
era posible aún a través de las redes tal como las conocemos, pero sí a través
de esa gran red del boca a boca que aún perdura y tantos logros ha permitido.
Sin mundos virtuales ni imaginables escenarios digitales ni Surround´s y con casi
todo "de prestado", Manuel Manquiña (compañero entonces en Sonor S.A. -que uno xa leva unha chea de anos traballando-), concibió un modo
de financiar un proyecto que, (había que decirlo), hasta pasó por el Congreso
de los Diputados cuando un tal Alfredo Pérez Rubalcaba era portavoz de un gobierno de Felipe González.
4.000 Pts., (antigua abreviatura de "Pesetas"), unos
24 € de los de hoy, te permitían formar parte de los títulos de crédito,
conseguir una sangrienta camiseta exclusiva, y una copia de la peli, siempre
y cuando llegase a ser editada en video (aún guardo mi copia en "Beta").
Y así fue. El crowdfunding funcionó y La Matanza salió adelante,
no sin trabajo, voluntad, exigencia, sacrificio y apoyo de muchas personas que
añadieron una porcioncita de su vida a las 4.000 "pelas" (modismo de
la época para referirse al dinero).
Hoy me encuentro recordando aquello e incluso lo asimilo al hecho
de reproducir el boca a boca. Mi virginidad en campañas electorales me abstraía a un mundo mediático, de focos, escenario, efectos y sonido, pero me ha sorprendido el
acercamiento y la relación directa que se precisan, desde las mismas bambalinas, para
que la gente se sume a este crowdfunding socialista en el
que les proponemos que nos aporten un voto, el suyo, el de cada uno en las
próximas elecciones municipales en A Coruña para sentar en el sillón presidencial del salón de plenos de María Pita a una mujer: Mar Barcón.
Como con aquel Manquiña, (que parecía seducirnos para embarcarnos en una
falacia idealista imposible), la ilusión por nuestra urbe, junto a la capacidad que tenemos para producir un mejor presente y filmar un futuro ilusionante, nos lleva en volandas a pedirle a cada coruñés, que
nos "aporte" su confianza y así entrar juntos en el lugar privilegiado del gran prompter de los títulos
de crédito de una mejor ciudad, "....LA
MUY NOBLE Y MUY LEAL CIUDAD DE LA CORUÑA, CABEZA, GUARDA Y LLAVE, FUERZA Y
ANTEMURAL DEL REINO DE GALICIA", que construiremos desde todos,
con todos y para todos.
Manqui no llegó a comprarse el ansiado Opel Manta que tanto
le gustaba, pues aunque seguramente podría haber sido un sueño financieramente
más factible, no fraguó; Pero Manqui movilizó y alcanzó aquella Matanza
Caníbal de los Garrulos Lisérgicos, inicialmente imposible y tan gore y referente, en la que ver mi nombre o escucharme junto a tantas y tantos me sugiere lo
fantástico que es creer en un sueño, que, aunque sueño, podemos llegar a hacer posible.
Manqui no es Martin; Manqui es Manqui, y tuvo su
sueño y se lanzó a él. Yo ahora estoy en un medio sueño formidable al que quiero despertar
el próximo día 24 de Mayo con el mayor número de crowdfunders que se merece A Coruña, porque
os garantizo que esa será la mejor forma de compartir con vosotros ese gran auténtico sueño que nos merecemos.
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