Llegan momentos en la vida en que nos toca
decidir si "ponemos la cara", con el riesgo de que nos la partan, o dejamos que sean otros los que la pongan por uno. Yo no sé por qué nunca he sabido decir "no" al reto
de los peores momentos en múltiples situaciones y en diferentes escenarios. "¿Por qué será que hay quien nace con
estrella y otros naces estrellados?", preguntaba muchas veces Chelito
Vázquez (mi Madre) que siempre acababa tirando del carro en múltiples
fregados. Y también decía Luís Vázquez (uno de mis tres padres no biológicos) que "los vagones son importantísimos, transportan
personas y mercancías, pero el tren sólo lleva una máquina".
La vida avanza acelerando exponencialmente durante el mismo paso del tiempo y algunos no podemos dejar de agarrar y tirar del
carro que suele estar en un tremendo y embarrado charco del que no hay más
remedio que sacarlo o perderlo; Y claro, no todos estamos hechos de la misma pasta.
Podemos llamarlo sociedad amateur
en descalabro económico, deportivo y social; Asociación rota por la mitad, envejecida y en proceso de disgregación; Profesionales afectados por la desidia de mafias e injusticias de galaicos entes públicos y otros intereses excesivamente privados; Empresas de un disgregado Sector inerte y sin liderazgo, o podemos llamarlo "Política".
La política es la que pre-planifica nuestras opciones, es desde donde se establecen las posibilidades para nuestros hijos, vecinos y congéneres. Y este no parecía el momento idóneo para plantarse salir a la palestra política y menos desde un partido que no está precisamente en sus mejores números de éxito, aunque sea en el que milito desde hace ya más de 12 años. De ahí el sí ante el nuevo reto.
Gustoso acepté la
invitación de tirar de otro carro en necesidades, para buscar una sociedad más
solidaria, más justa y más igualitaria. Por eso me veis en una lista electoral (y es mi primera vez), optando a formar parte de la corporación municipal de A
Coruña desde un gobierno socialista.
Pongo la cara de forma consciente, esperando que seáis exigentes con mi gestión, con mi labor o con las necesidades
que me planteéis. Esperando que me exijáis responder con urgencia a problemas o cuestiones que no sepáis resolver y en las que un ayuntamiento deba intervenir.
Pongo la cara sabiendo que día a día
tendréis que calificarme. Pongo la
cara asumiendo vuestras muchas críticas, impaciencias e incomprensiones y los pocos halagos y nulos reconocimientos. Pero de antemano, Pongo la Cara.
De eso se trata. Quiero que me
exijáis como hacéis en los diferentes sitios donde me habéis puesto
a tirar del carro, ya que vosotros me conocéis y sabéis cómo lo hago, cómo me involucro, cuánto sacrifico y a dónde llego (modestia
aparte).
Es lo que os autorizará a auditarme durante cada uno de los siguientes 1461 días desde el 25 de Mayo, (el 2016 es
bisiesto), por haberme regalado vuestra confianza.
Es lo que os permitirá
escrutarme y exigirme dar el ejemplo máximo ante el orgullo de representaros trabajando
por un futuro de progreso social, poniendo la cara. Poned la cara por mí este Domingo y os aseguro que será mi cara la que se pondrá por delante para dar la talla en la construcción de una mejor A Coruña.
Tu compromiso es personal y unitario: Pon la Cara por mí, una vez. Mi compromiso es personal y colectivo: Pondré mi Cara, cada día.
Quid pro Quo. Yo acepto el reto. ¡Acéptalo Tú Conmigo!
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